El acoso escolar desde una mirada de Cultura de paz
por Ángela Tello Rodas, responsable del área de Educación del Servicio Paz y Justicia del Ecuador.
El 2 de octubre de cada año
se celebra el Día Internacional de la No violencia, fecha en que se conmemora
el natalicio de Mahatma Gandhi y un día propicio para visibilizar desde los/las
jóvenes de varias provincias del país, con el apoyo de organizaciones de
sociedad civil y del Estado, una problemática que recientemente ha tomado
fuerza: el bullying, término en inglés
utilizado para describir al acoso escolar entre pares.
Este fenómeno ha visibilizado
las consecuencias del acoso: niños, niñas y jóvenes víctimas del acoso,
exclusión y maltrato físico y psicológico por parte
de compañeros y compañeras en sus centros educativos. La discriminación que
sufren hace que su derecho a la educación se vea vulnerado, lo que se ve
reflejado cuando abandonan los planteles, lugares que, dicho sea de paso, deberían
ser espacios seguros y acogedores para quienes asisten a ellos día a día.
Lo que lastimosamente no se
ha llegado a exponer públicamente, ni ha sido debatido por jóvenes y adultos/as,
son las causas de este comportamiento agresivo que forma parte de la violencia
estructural en la que todos/as nos desenvolvemos. Dicha violencia se traduce en
sociedades donde prima el individualismo por sobre la comunidad, la competencia
por sobre la cooperación, el consumo irracional a costa de la preservación de
la naturaleza, la discriminación y la exclusión al diferente ante la
diversidad.
Todas estas formas de
violencia han permeado el sistema escolar generando que en las escuelas y
colegios se reproduzcan estos modelos de convivencia. El acoso escolar no puede
ser reducido a “problemas
psico-sociales de quien ejerce el acoso”, se lo debe ubicarlo dentro del
contexto social donde nuestros niños, niñas y jóvenes se desenvuelven: un medio
que estimula la violencia.
Para poder contrarrestar la
violencia escolar, es necesario abordarla desde sus raíces, es decir, donde
germina la problemática. Para esto, el primer paso que debemos dar es mostrar
lo que está sucediendo, ya que como dice George Steiner, intelectual francés, “lo
que no se nombra, no existe”, y para esto, las campañas y eventos públicos son
una herramienta importante que permiten avanzar hacia un segundo momento: la
reflexión y acción, es decir ‘Transformar’ y en el tema que nos ocupa,
significa ‘Reconstruir el Sistema Educativo’, tanto sus prácticas pedagógicas
como la forma de relacionamiento entre las personas que comparten la
cotidianidad de la institución.
Es así que se debe promover
una educación donde lo fundamental sea la formación del ser humano, pero no
encaminada solamente a la eficiencia cognitiva, tecnológica o empresarial, sino
dirigida a la humanización; en este sentido los centros educativos son los
espacios privilegiados para esta tarea.
Sin embargo esto no sucede,
el objetivo central de las escuelas y colegios se ha reducido a la “transmisión
de conocimientos”, ya que deben responder a las “exigencias de la educación
moderna”, que para nosotros/as es, responder al sistema de consumo, excluyente y destructor que arrasa
todo lo que encuentra en su camino.
Cómo queremos acabar con el
acoso escolar si en las escuelas y colegios hay cada vez menos espacios para
desarrollar iniciativas educativas que privilegian el mejoramiento de las
relaciones entre los actores y actoras, cuando no “hay que perder el tiempo” en
procesos que permitan fortalecer las habilidades sociales y la convivencia entre
docentes y estudiantes, y cuando hay que seguir llenando de conocimientos a
niños, niñas y jóvenes.
Cómo se pretende terminar
con el bullying cuando a los/las estudiantes que están siendo víctimas de éste
no se les presta atención y se les pide que no interrumpan la clase para seguir
avanzando en la “materia”.
Cómo queremos acabar con
este fenómeno si lo dejamos solo en las manos del orientador/a del colegio (si existe
uno en el plantel) para que sea quien afronte solo el problema, algo que se
debería responsabilizar TODA LA COMUNIDAD EDUCATIVA, y no desde una visión
punitiva sino como una oportunidad para generar cambios culturales que permitan
la construcción de escuelas, colegios, universidades, ciudades, respetuosas e
incluyentes, donde aprendamos a vivir y convivir con todos y todas en paz.
Desde el Servicio Paz y
Justicia del Ecuador hacemos un llamado al debate serio y profundo, con la
participación de niños, niñas, jóvenes, docentes y todos y todas a quienes nos
preocupa el presente y futuro. Propongamos estrategias que respondan al
contexto nacional para erradicar la violencia en nuestras vidas y para que no
suceda como en ocasiones pasadas donde las buenas intenciones quedan plasmadas
en normativas muertas que a nadie le interesa aplicar.
Fraternalmente
SERVICIO
PAZ Y JUSTICIA DEL ECUADOR- SERPAJ
Quito,
octubre 2013
más información: web SERVICIO PAZ Y JUSTICIA DEL ECUADOR