jueves, 25 de agosto de 2011

Derecho a la educación versus privatización de la educación


Desde la Carta 432 del CEAAL por Nélida Céspedes.

Los instrumentos internacionales firmados por los países de América Latina nos señalan que es un imperativo: Asegurar el pleno desarrollo de la personalidad humana y del sentido de su dignidad, para que cada persona llegue a ser sujeto de su historia y artífice de su futuro; Promover aprendizajes para participar, crítica y efectivamente, en una sociedad libre y contribuir a su desarrollo; Asegurar su gratuidad; Promover el respeto de los Derechos Humanos y las libertades fundamentales a nivel personal y social; Favorecer la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y entre todos los grupos raciales, étnicos o religiosos; Promover la paz y el desarrollo; En todos los casos le compete a los Estados velar por su cumplimiento. Y promueve la responsabilidad de todos los ciudadanos con la educación.

Siendo la Educación Pública una conquista histórica de los pueblos, hoy la vemos amenazada. De hecho, ciertos gobiernos del continente parecerían haber olvidado que la educación pública es de todos, que debe ser reconocida como un derecho social que debe ser garantizada por el Estado.

Parafraseando a Norberto Bobbio (filósofo italiano), es importante destacar que “La supremacía de lo público se basa en la contraposición del interés colectivo al interés individual, y en la necesaria subordinación […] del segundo al primero; además en la irreductibilidad del bien común en la suma de los bienes individuales. Es decir, de “[…] la subordinación de los intereses privados al interés de la colectividad representada por el Estado […]” (Bobbio,1996: 28 ).

Hoy se avanza en muchos países en políticas de privatización en el marco de las políticas liberales, las mismas que debemos detenerlas con una amplia movilización, que combine diversos tipos de propuestas y estrategias que no sólo competen a la educación, sino a la sociedad en su conjunto, para soñar otro mundo posible, con otra educación liberadora.

Por ello, nuevamente nos solidarizamos con los estudiantes de Chile, y con los de Honduras que también han salido a las calles la última semana a manifestar su descontento. Las palabras del dirigente estudiantil hondureño son un llamado a remover políticas y actitudes, porque él dice: “Lo único que exigimos es que no nos quiten la educación pública, que quieren privatizar. Nosotros somos de familias pobres que no tenemos dinero para pagar la educación privada”. www.adital.com.

La juventud está dando grandes muestras de hartazgo y compromiso por el cambio. Busquemos unir nuestras luchas a la de los estudiantes, exijamos a nuestros gobiernos la mejor educación pública, e incidamos con las mejores propuestas que se construyen desde la sociedad civil.